Cuando te sientas a observar el mar, y prestas atención te das cuenta de varias cosas.
Primero, que siempre varía su recorrido, el tamaño de las olas, la fuerza e intensidad que cambia. Y segundo, que vive en un movimiento constante sin detención. Estés donde estés el mar se comporta de esa manera, es de la más alta sabiduría natural, frente a nuestros ojos.
Ambas cosas queremos lograr con el entrenamiento también.
Primero, queremos que el entrenamiento sea variado, a veces largo, otra veces intenso y explosivo. Esa variación le dará a tu cuerpo versatilidad. Tu cuerpo quemará más grasa corporal, tendrás mayores destrezas y serás más feliz. No queremos rutinas repetitivas donde tu cuerpo ya no se adapta y no se exige.
Segundo, al igual que el mar tu vida es movimiento, y lo será hasta que salgan las canas. Por eso que el movimiento es tan importante para tu rendimiento y salud. Los tendrás que hacer si o si, por lo mismo es mejor hacerlos bien. Si tu cuerpo hace lo que está diseñado para hacer (no estar sentado ocho horas mirando un computador), tu cuerpo te lo agradecerá de formas impresionantes que te darán libertad `para hacer muchas cosas durante tu vida.
-Pável Sáenz
@pavel_saenz