marzo 1, 2019
Cuando vamos creciendo, los adultos le vamos temiendo a crecer y seguir aprendiendo.
Sentimos que simplemente «ya no puedo».
No somos buenos para descubrir nuestro potencial, evitamos ponernos en ridículo, no dejamos que nuestro cuerpo siga aprendiendo.
No es porque no queramos los resultados sino porque sabemos que el camino será difícil. Difícil porque sentimos que ya no podemos.
Todo crecimiento viene con esa sensación.
Primero nos damos que debemos hacer algo.
Después nos damos cuenta que no podemos hacerlo.
Y al final, mejoramos.
Es el segundo paso el que nos complica.
Si te importa mejorar, tienes que saber que sentir que no puedes es parte del proceso.
-Pável Sáenz
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