Claudia Lagos, diseñadora industrial, tiene 36 años, fue toda su vida sedentaria hasta que llegó a CrossFit Santiago el 2012 y todo cambió.
“CrossFit Santiago es una suerte de reseteo del día a día, de todo el stress de la pega y de cualquier problema cotidiano. Me gusta cómo el CrossFit se puede extrapolar a tu día a día. El saber que como mujer eres fuerte” nos cuenta.
Claudia aprendió que no solo uno tiene que hacer lo que a uno le gusta, porque con la constancia se puede lograr mucho.
Con el entrenamiento sintió como su cuerpo cambiaba debido a los músculos que empezó a sentir que nunca había sentido y reflexiona:
“Toda mi vida fui sedentaria, pésima en los deportes. Malísima para correr (eso hasta ahora). No tuve una rutina ni hábito de ejercicios, lo que con el tiempo pasa la cuenta. Fui una niña, adolescente, joven y mujer obesa, hasta que me harté.”
Pero lo importante es moverse, aunque no todo sea perfecto, se da sus gustos y reconoce que la vida es para vivirla y no todo tiene que ser disciplina.
“Siempre faltan cosas por mejorar y aprender, soy golosa, toda la vida lo he sido y reconozco que al entrenar, me siento menor culpable de comerme un chocolatito (ríe)”.
Pero cuando hay un desafío por delante la motivación la enciende.
“Me acuerdo que una vez subí el cerro San Cristóbal y mis kilos hicieron que algo tan sencillo que se convirtiera en una verdadera tortura. Llegué a la casa a echarme y al otro día no me podía mover (ríe). Siento que todo eso quedó en el pasado. “
VIERNES
GAMMA
Práctica: La rueda
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