octubre 4, 2018
Hace unos días estaba hablando con Fernando, un alumno que lleva ya varios años entrenando con nosotros y que ya está por cumplir los 40 años. Me comentaba que había tenido un periodo de receso del entrenamiento un par de semanas porque se había lesionado jugando fútbol.
Sabemos que en ciertos deportes hay altas probabilidades de lesiones y el fútbol es uno de ellos. Una de las cosas que me llamo la atención de lo que me comento Fernando es que quiso volver rápidamente a entrenar ya que temía perder rápidamente su estado físico y tenía la necesidad de moverse.
Su kinesiólogo cuando comenzó a hacerle las terapias para el tobillo le indicó que empezara a entrenar de vuelta y movilizara el tobillo, y pudo empezar a trabajar nuevamente en sus clases regularmente.
Este es un muy buen ejemplo de alguien que a pesar de ya tener hijos, familia, tiene que hacerse el tiempo para venir a entrenar, y aún así busca la manera para que la vida normal y cotidiana no interrumpa algo que involucra mejorar su salud y preocuparse por su progreso.
Al escuchar un testimonio como este de alguien cercano, es donde te pregunto a ti que no has empezado a moverte ¿Por qué no lo has hecho todavía? ¿Cuándo dejaras de estar tanto rato sentado o de mirar tanto rato el celular?
Una buena manera es simplemente empezar a caminar o andar en bici, algo que realmente te satisfaga, que logre un impacto en ti, incluso para tus cercanos.
Lo único que tienes que hacer es comenzar, no lo pospongas más, toma la iniciativa.
-Pável Sáenz
